Posiblemente este sea el post más personal que he escrito hasta ahora, pero quería contaros esta historia y haceros partícipes de ella.
Como podéis ver, voy vestida de novia, y sí, es lo que parece. En septiembre de 2016 celebramos nuestra boda, un momento muy especial que vino acompañado de muchos sueños cumplidos.
Supongo que como para la mayoría de las mujeres desde pequeñitas, una de nuestras ilusiones es poder vestirnos de blanco y pasar por el altar con el príncipe de nuestro cuento.
Pero ese día tan especial viene acompañado de muchas cosas más, y en mi caso tenía un par de sueños que cumplir.
Cuando sientes admiración durante tantos años por los modelos de una diseñadora elegante y sencilla como es Rosa Clará, sueñas con que algún día uno de sus vestidos sea el que te haga sentir como una princesa.
Y así fue... por fin el sueño se hacía realidad, tenía MI vestido de novia, para mí el más bonito que existe, y no podía dejar de llorar, porque es cierto eso que dicen de que el vestido perfecto es aquel que te hace romper en llanto, esa mezcla de felicidad y nervios que te hace estallar.
Un vestido de la colección Rosa Clará Two 2016, clásico, con cola de costura y cuerpo de encaje y pedrería, falda micado, escote corazón y corte a cintura.
Otra pieza clave e importante fueron los zapatos.
Manolo Blahnik siempre ha sido un referente para mí, y aunque esta decisión me costó un poco más tomarla, al final hice caso a las palabras de una persona muy importante en mi vida que me dijo que hay que vivir el momento y cumplir sueños, la vida pasa rápido y hay que disfrutarla.
Ese fue el empujón que me hizo decidirme, me fui a Madrid y después de disfrutar un ratito en la tienda rodeada de tanta belleza, por fin... mis zapatos azules más soñados eran míos.
Una joya que guardaré siempre como el tesoro más valioso, porque a día de hoy aún los miro con admiración sin poder creérmelo.
¡Ahora sí! La princesa había cumplido sus sueños y, rodeada de familia y amigos, lo hizo subida sobre sus finos tacones azules de Manolo Blanhik.
Manolo Blahnik siempre ha sido un referente para mí, y aunque esta decisión me costó un poco más tomarla, al final hice caso a las palabras de una persona muy importante en mi vida que me dijo que hay que vivir el momento y cumplir sueños, la vida pasa rápido y hay que disfrutarla.
Ese fue el empujón que me hizo decidirme, me fui a Madrid y después de disfrutar un ratito en la tienda rodeada de tanta belleza, por fin... mis zapatos azules más soñados eran míos.
Una joya que guardaré siempre como el tesoro más valioso, porque a día de hoy aún los miro con admiración sin poder creérmelo.
¡Ahora sí! La princesa había cumplido sus sueños y, rodeada de familia y amigos, lo hizo subida sobre sus finos tacones azules de Manolo Blanhik.
Fotos: Eva Corbacho - Fotografía Emotiva |
"La vida se construye con sueños. ¡Hazlos realidad!"
Sed Felices